domingo, 24 de octubre de 2010

la utopía

1. es una palabra que me suena anacrónica. sin embargo, apareció de repente en mi cabeza en estos días.
plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación.
la palabra irrealizable es determinante, pero no puedo dejar de ver que la modifica el circunstancial de lugar que actúa como una salvedad.
es irrelizable, al menos en el momento en que se formula. esto da lugar a otras posibilidades, a que sea realizable en algún otro momento.

es re loco cómo uno queda de un lado o de otro, dependiendo de quién sea el intelocutor. la utopía puede tener connotación positiva o negativa, según con quién se esté discutiendo. en este caso el ejemplo es con la solidaridad. leí una definición en facebook con la que estoy de acuerdo: básicamente se trata de asumir los mismos riesgos. van las dos variantes:

2. cómo una persona que tuvo acceso a una buena educación, que es considerada progresista, por sí misma y su entorno, asume como una verdad revelada, con una honestidad brutal orgullosa, que pierde rápidamente todo valor de solidaridad al verse vulnerados sus intereses materiales. un jubilado trabajó toda la vida y llegó a ganar muy bien, lo que supuestamente (quién lo dice, no lo tengo muy claro) debería tener una jubilación acorde. el sistema no permite jubilaciones acordes para todas las categorías (situación claramente económica, como relación entre fines y recursos escasos), una de las propuestas es estrechar la brecha de esas categorías, subir más la mínima y menos la máxima o, aún peor, poner un techo e igualar las categorías altas.
quién dice qué es justo o no en una sociedad? el consenso? la mayoría? en el caso de las leyes, decimos: no podemos pensarlas en función de un caso individual, sino en su efecto grupal, más allá de los interesas personales, no? entonces?
me sentí utópica, desde mi deseo real y esperanzado que chocó con la certeza de la imposibilidad de la solidaridad del otro.

(continuará con la otra cara en breve)

3 comentarios:

Unknown dijo...

Interesante disparador para la reflexión...
Lolina, viajemos juntas a la República de Trapalanda, quizá cuando volvamos comprendamos mejor la realidad!!! Carol

Unknown dijo...

Quizá sean los años..., pero te aseguro que cada vez valoro más a las personas que configuran mi contexto, así como a quienes antes han sido parte de mi vida.
Ese Otro al cual hacés referencia. Escribime (con humildad lo pido) aunque más no sea, una vez. Estoy estudiando en Pilar (Lengua y Literatura)y me siento tan feliz!Sólo quería que lo supieras. Te guardo el mismo cariño de siempre.

CaroCabana dijo...

Carooo! Bóveda, no?!
Uff, hace tanto que no sé nada de vos, y la última vez que nos vimos me dejó preocupada...
Me encantaría escribirte, pero no sé adónde! Intenté entrar a tu perfil de Blogger pero no me deja.
Pasame tu dirección de mail, porfa!
Espero leas esto pronto. Un abrazo enorme y fuerte, CaroCabana