¡A saltar!

Si estás medio down...
http://www.youtube.com/watch?v=QDetQ18fw5Q
No dejes de hacerlo.
De nada.

Sudamérica es barroca

"Sin embargo, las casas de aquellas ancianas no eran en realidad más que una manifestación patológica, kitsch y degenerada de la clave que descifra el enigma de Latinoamérica, y que es el barroco, que rige todos los ámbitos de la vida del continente. Se trata de un barroco entendido no sólo como un estilo de crear y de pensar sino también como una superabundancia y un eclectisismo generalizados. Allí, todo se presenta en cantidades desmesuradas, en una profusión exagerada, como si las cosas quisieran imponérsenos, conmocionarnos y aplastarnos. Como si creyéndonos mal de la vista, del oído y del olfato, temiesen adquirir formas modestas y moderadas, pues en caso de hacerlo, sencillamente, nos pasarían desapercibidas."

"El exceso de riqueza y el exceso de miseria. Gestos solemnes y un leguaje rico en florituras (muchísimos adjetivos). Los mercados, los bazares, los tenderetes, los escaparates, todo aparece abarrotado, atestado, aplastado por frutas, verduras, flores, ropa, ollas, herramientas..., y no cesa de crecer, de multiplicarse; surge de debajo de la tierra, de las piedras; aparece en los mostradores, en las manos; cientos de colores, vistosos, llamativos, chillones, el contraste, el choque, la explosión."

"Aquí lo real está mezclado con lo fantástico, la verdad con el mito y el realismo con la retórica."

"Tuve que pasar mucho tiempo abriéndome paso entre tamaña exuberancia, entre fachadas y repeticiones, ornamentos y demagogias, antes de poder llegar, finalmente, hasta el hombre, de poder sentirme como en casa entre aquella gente y conocer sus dramas, sus fracasos, sus estados de ánimo, su romanticismo, su sentido del honor y de la traición, su soledad."

De "La guerra del fútbol" de Kapuscinski, corresponsal polaco que murió el año pasado y vivió en Latinoamérica en la segunda mitad de los sesentas.

El huevo o la gallina

Desde que invité a mis amigos al blog no recibí comentarios, pero hoy me llegó un mail que interpreto como una respuesta a mi último post en el que cito un artículo de José Pablo Feinmann que habla del hambre en medio de las discusiones sobre las instituciones.

Este mail reproduce íntegro el artículo del viernes 15 de junio de Marcos Aguinis en La Nación, que es otra de las interpretaciones del actual gobierno argentino como uno neopopulista y lo compara con otros de Latinoamérica también centrados en el personalismo y la demagogia.

Esta respuesta la escucho todo el tiempo. Y hasta en algunos argumentos estoy de acuerdo, pero ése no es el punto. Esto no termina en nada, por lo menos en nada que redunde en un beneficio para todos. Es más de la lucha de dos grupos, ninguno mejor que el otro, que se disputan el poder, y el resto de nosotros observa desde afuera el populismo contra el neoliberalismo, como en un partido de fútbol.

Yo quería hablar de la idea que a mi juicio proponía Feinmann: discutir qué va primero el huevo o la gallina, cuál es nuestra prioridad el hambre o las instituciones.

Por otro lado, aprovecho para hacer una crítica al artículo. Aguinis tira como al pasar, junto con otras más, la denuncia sobre la relación de la prensa con el gobierno venezolano de Chávez. Y este es un ejemplo de cómo ambos bandos juegan con las mismas armas, auque unos parezcan más educaditos (¿y por ello menos peligrosos?) que los otros.

Si Aguinis se refiere al escándalo de RCTV, puedo contestar que está equivocado y para eso hay una investigación que confirmó que la emisora organizó junto con líderes de la oposición el golpe de estado de 2002 en Venezuela. Sólo con esa comprobación hubiera sido suficiente para retirarle la licencia, pero se esperó al momento en que legalmente venció el plazo de renovación.

Desconozco por qué el “papagayo matón”, que tantas veces me da vergüenza ajena, lo alargó, pero sé que estoy cansada de escuchar denuncias livianas que como las tira un tal no sé quién hay que tragarlas sin pedir explicaciones. Muchos vaticinan amenazantes que la economía argentina se desmadra otra vez en cualquier momento, pero nadie sabe explicarme claramente el por qué. Y dan respuestas en clave que se perciben como información que manejan sólo ellos, como iluminados por una fuerza superior.

Si Aguinis, Feinmann o quien sea afirman algo que antes o después vamos a poder chequear, deberían tener más cuidado o ¿acaso creen que queremos creerles? Y ahí surge otra idea para discutir, ¿queremos creerles?

El hambre y las instituciones

Ayer vimos en TEA un documental de una entrevista que Oliver Stone le hizo a Fidel Castro del que me quedaron dos cosas: los números de Cuba en relación a tasa de mortalidad infantil y alfabetización, y los ejecutados y sentenciados de por vida por los secuestros a aviones o barcos para lograr entrar a Estados Unidos.

Entiendo que Fidel es un comandante y para llegar hasta donde llegó suena lógico que crea necesarias este tipo de medidas por el bien de la revolución. No es una justificación, sólo estoy tratando de entender el tema. Pero en realidad lo que me parece más importante es lo que me dijo Marianita: para muchos estar bien alimentados, con salud y sabiendo leer pero encerrados como animales bien cuidados no es digno.

Que las necesidades básicas estén insatisfechas tampoco es digno, sabemos que el hambre deshumaniza. El tema es cuando hay sólo dos opciones: ser libre de pensar y hacer lo que quiera y morirme de hambre, o estar básicamente satisfecho sin pensar libremente. Mi compañera cree que se puede encontrar un nivel de bienestar social en democracia. Yo, lamentablemente (como dice mi hermano Leo), no soy tan optimista.

Después me acordé de la contratapa de Página 12 del domingo del Feinmann bueno (sólo para diferenciarlo del periodista, porque no tengo el gusto), que se titula como este post, que decía que para él no puede haber república con hambre, y se quejaba de los republicanos que se la pasan criticando al gobierno por su ataque a las instituciones cuando son ellos mismos los que las han atacado en otros momentos, paradójicamente, porque el que estaba en el gobierno les parecía muy autoritario.

Antes de seguir manoseando las instituciones podríamos ocuparnos primero del hambre y cuando lleguemos a un nivel aceptable (ya sueno a político) podemos seguir con el resto.

Mantener el blog

El ferviente entusiasmo inicial está mermando. Esa es la razón por la que hace días que no actualizo el blog. Otra vez, qué vachaché. Pero hoy me acordé de él, y aquí estoy.
También me acordé de Jan Saudek. Un fotógrafo checo que me hizo conocer mi amigo Sabino.
Pueden ver la foto que colgué en la Minigalería, o visitar su web: www.saudek.com (lo que a mi más me gusta son las fotos de los noventa).
Bon appetit!