miércoles, 20 de junio de 2007

Sudamérica es barroca

"Sin embargo, las casas de aquellas ancianas no eran en realidad más que una manifestación patológica, kitsch y degenerada de la clave que descifra el enigma de Latinoamérica, y que es el barroco, que rige todos los ámbitos de la vida del continente. Se trata de un barroco entendido no sólo como un estilo de crear y de pensar sino también como una superabundancia y un eclectisismo generalizados. Allí, todo se presenta en cantidades desmesuradas, en una profusión exagerada, como si las cosas quisieran imponérsenos, conmocionarnos y aplastarnos. Como si creyéndonos mal de la vista, del oído y del olfato, temiesen adquirir formas modestas y moderadas, pues en caso de hacerlo, sencillamente, nos pasarían desapercibidas."

"El exceso de riqueza y el exceso de miseria. Gestos solemnes y un leguaje rico en florituras (muchísimos adjetivos). Los mercados, los bazares, los tenderetes, los escaparates, todo aparece abarrotado, atestado, aplastado por frutas, verduras, flores, ropa, ollas, herramientas..., y no cesa de crecer, de multiplicarse; surge de debajo de la tierra, de las piedras; aparece en los mostradores, en las manos; cientos de colores, vistosos, llamativos, chillones, el contraste, el choque, la explosión."

"Aquí lo real está mezclado con lo fantástico, la verdad con el mito y el realismo con la retórica."

"Tuve que pasar mucho tiempo abriéndome paso entre tamaña exuberancia, entre fachadas y repeticiones, ornamentos y demagogias, antes de poder llegar, finalmente, hasta el hombre, de poder sentirme como en casa entre aquella gente y conocer sus dramas, sus fracasos, sus estados de ánimo, su romanticismo, su sentido del honor y de la traición, su soledad."

De "La guerra del fútbol" de Kapuscinski, corresponsal polaco que murió el año pasado y vivió en Latinoamérica en la segunda mitad de los sesentas.

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