"La desesperación teñía todo lo que ella contaba, había un vacío en el fondo, o algo excluido o innominado que la impulsaba a hablar más aprisa y a exagerar con menor convicción."
Estas líneas describen una escena de Expiación en la que una chica pone al día a su hermano sobre su vida durante el tiempo que no se vieron. Ella tiene algo para contar, pero no se anima. Entonces arremete con una sarta de pavadas para llenar el silencio. Qué feo escucharse a uno mismo intentar desesperadamente llenar el silencio, ¿no? E Ian no podría haberlo descripto mejor.
jueves, 1 de noviembre de 2007
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4 comentarios:
Esto es un blog!!!Lo que me parece es, con McEwan a la cabeza!
Pablo, me encanta que cometes, sabelo. Pero lamentablemente también tenés que saber que mi percepción me falló una vez más... De todas formas, trataré de no desalentarme.
mmm, a veces no es la percepción lo que falla, sino el resultado. No es lo mismo
Sí, pero me parece que en realidad la cuestión fue que vi lo que quise, je. Qué vachaché...
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