miércoles, 16 de mayo de 2007

Conflicto del Ulster

El Ulster es una de las provincias históricas de Irlanda que, con el tratado anglo-irlandés de 1921, quedó dividida en una parte bajo administración del Reino Unido (6 condados de 9) y otra bajo la República de Irlanda (3 condados de 9).

La región en conflicto fue llamada Irlanda del Norte y continúa siendo su jefe de Estado la reina Isabel II de Inglaterra, mientras que su jefe de Gobierno es el reverendo Ian Paisley, miembro del Partido Democrático Unionista. Paisley y su partido comparten Gobierno, desde el 8 de Mayo de 2007, con el número dos del Sinn Fein (brazo político del Irish Republican Army) Martin McGuinness.

Los unionistas (entre ellos los lealistas, partidarios del uso de la violencia) son en su mayoría protestantes y están de acuerdo con depender del Reino Unido, y los nacionalistas o republicanistas son católicos en contra de la dependencia de Londres.

El 28 de junio del 2005 el IRA pide a sus miembros que dejen las armas y el 26 de septiembre del mismo año se confirma el desarme de IRA. Esto hace que se vuelva a plantear devolver la autonomía a Irlanda del Norte.

La posición de los unionistas está clara. Lo que no entiendo es la del Sinn Fein, ¿ellos quieren la autonomía de Irlanda del Norte o el pase a la República del Irlanda?

Otra cosa: si aún no hay nada definido cuál es el propósito de este gobierno ¿una transición? ¿hacia qué otra forma de gobierno?

Hasta principios del siglo XVII, Irlanda era una sola y la religión predominante era el catolicismo. Cuando Enrique VIII rompió con Roma e instauró su propia iglesia comenzaron a cambiar las cosas. Inglaterra empezó a enviar colonos -ya convertidos al protestantismo- a instalarse sobre todo en los condados de noreste de Irlanda. Los colonos protestantes llegaron a ser prósperos comerciantes y artesanos, gracias a los vínculos que tenían con Inglaterra. Cuando comenzaron los debates sobre la posibilidad de un gobierno propio para los irlandeses, los protestantes se opusieron. En primer lugar, porque pensaban que un gobierno autónomo iba a ser copado por los católicos. En segundo lugar, porque atribuían su prosperidad económica a su religión y temían que el protestantismo perdiera terreno ante el catolicismo si se separaban de Gran Bretaña.

Debido a la imposibilidad de lograr un acuerdo sobre el desarme, el gobierno autónomo de Irlanda del Norte tuvo una vida muy corta. Desde su establecimiento en 1999, la autonomía fue suspendida dos veces en los años siguientes y en este momento el gobierno de Irlanda del Norte está de nuevo en manos de Londres.

Principales puntos del Acuerdo de Viernes Santo, firmado el 10 de abril de 1998:
El principio de que el futuro constitucional de Irlanda del Norte será determinado por el deseo democrático de su población.
Un compromiso con la paz de los partidos políticos de la región.
El establecimiento de una Asamblea Legislativa de Irlanda del Norte.
El establecimiento de un Consejo Británico-Irlandés con representantes de todas las partes de las Islas Británicas.
El desarme de los grupos paramilitares.
La liberación de los presos paramilitares pertenecientes a las organizaciones que respeten el alto el fuego.
La modificación de la demanda constitucional irlandesa sobre Irlanda del Norte.
El reconocimiento oficial del idioma irlandés en Irlanda del Norte.

El acuerdo de Viernes Santo dio lugar a un replanteamiento en las posiciones del IRA. Al parecer, los militantes armados del nacionalismo católico llegaron a la conclusión de que era incompatible tener a su brazo político como parte de un proceso de paz, mientras ellos mantenían las armas.

El 30 de enero de 2005, el católico Robert McCartney fue asesinado a sangre fría por miembros el IRA, luego de un altercado con un miembro de la organización. El IRA protegió a los autores del crimen, lo que dio origen al inicio de una campaña por parte de las hermanas de McCartney. Una organización que debía proteger a los católicos, mataba ahora a su propia gente.

Ni las amenazas ni los intentos por intimidar a testigos y familiares silenciaron el hartazgo de una comunidad cansada de la guerra. Eso, y la certeza de que la lucha armada no iba a lograr la unificación de la isla, llevaron al IRA a renunciar a la violencia y dejar las armas.

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